Reencuentros que Nutren el Alma
Durante estos lluviosos días en Madrid, hemos vivido experiencias profundas y conexiones significativas, sintiendo cómo la ciudad, envuelta en gotas de agua, nos acogía con calidez. Ha sido un viaje que nos permitió no solo tejer nuevos vínculos, sino también revisitar el pasado y reencontrarnos con personas importantes en nuestra historia.
Uno de los momentos más especiales fue que Edgar pudo conocer al padre de Becky por primera vez. Compartimos una comida juntos, donde nos recibió con generosidad y nos ofreció su casa para ducharnos, un gesto que valoramos enormemente en nuestro camino, además de unirse junto con su amiga Amalia a nuestro Eclectic Ecstatic Dance. Este encuentro no solo marcó un nuevo lazo familiar, sino que también se sintió como un puente entre nuestras vidas actuales y nuestras raíces.
También hubo un reencuentro con la madre de Becky, a quien Edgar ya había conocido en Villajoyosa, pero con quien volvimos a compartir en Madrid, su hogar. Además, dejamos a Coco en su casa, lo que nos llevó a recorrer calles y lugares llenos de recuerdos, incluyendo la zona cercana al colegio de Becky, reviviendo así fragmentos de su infancia.
Becky ha estado impartiendo clases de yoga en el espacio de Mónica, donde ya ocasionalmente había impartido clases anteriormente. Ha sido maravilloso reencontrarse tanto con Mónica y Adolfo, los dueños del espacio, como con tod@s l@s alumn@s que recibieron las sesiones con entusiasmo y apertura.
Otro significativo encuentro para Becky fue compartir con Marieta, su adulta mayor amiga, con la que asistimos por primera vez a un desayuno compartido con un grupo de personas para participar de un debate sobre un tema propuesto en el momento por la moderadora.
Además, Becky se reunió con todas sus amigas para la celebración del 50 cumpleaños de Raquel, un momento muy esperado, motivo principal por el que volvimos a Madrid en esta ocasión.
Para Edgar, este viaje también significó reconectar con amistades entrañables. Pudo reencontrarse con dos de sus mejores amigos, Krinos, a quien no veía desde hacía años y a Jorge, con quien tendríamos el placer de compartir dos de los mejores momentos en esta parada. Juntos compartimos momentos valiosos, retomando la complicidad y la alegría de tiempos pasados, resonando con nuestras vivencias presentes y, sobre todo, recuperando los abrazos, el contacto, cálido, de las amistades de corazón.
Maestros que Abren Puertas
Como no podía faltar, también nos reunimos con Javier, el maestro de yoga de Becky, quien como en anteriores ocasiones nos abrió las puertas de su casa. Nos llevó al centro de Madrid donde se celebraba nuestra Ecstatic Dance y participó en ella como de costumbre. Estamos enormemente agradecidos siempre, Javier, por tu apoyo incondicional y tu energía positiva.
Creando Tribu a Través del Compartir
Uno de los días más especiales durante nuestro paso por Madrid fue cuando nos reunimos en una sala con gente bonita, una jornada de compartir entre amigos, promovido por Dhyan, amigo de Becky. Fue un compartir maravilloso, donde cada uno brindó actividades diferentes: Taller de activación de la voz con tambor chamánico, automasaje con aceites esenciales, dinámicas de consentimiento y ejercicios de conexión profunda.
Esta experiencia nos aportó un foco de luz a nuestra relación y a nuestro proyecto, asentando unos lazos más fuertes entre nosotros y dándonos la idea de reorientar nuestro proyecto hacia ir haciendo tribu allá donde vayamos, creando encuentros gratuitos para compartir con las personitas de cada lugar.
La Magia de Bailar Juntos
Nuestro Eclectic Ecstatic Dance fue el más bonito para ambos hasta ahora. La energía que se creó con 27 personas elevando su vibración juntos fue algo increíble, un verdadero regalo para el alma. Esto quedó reflejado en la luz que brillaba en la mirada y el rostro de todos al acabar, como podéis ver en la foto.
Gracias a todos los amigos que vinieron y a todos los que confiasteis en nosotros sin conocernos. Vuestra presencia y entrega hicieron de este evento algo verdaderamente especial.
Este paso por Madrid ha sido mágico e inigualable, dejándonos el corazón lleno y con ganas de seguir compartiendo nuestra energía con el mundo.
