Madrid: Reencuentros, Celebraciones y Contratiempos

Nuestro periplo por Madrid comenzó con una parada en El Escorial para visitar a Julio César, un amigo de Edgar. Ambos se conocieron en la comunidad espiritual de Lung Ta en Girona, fundada por Isabel Lozoya, con quien compartieron muchos aprendizajes. No se veían desde hacía aproximadamente un año, por lo que este reencuentro fue especialmente significativo. Como viene siendo habitual en este viaje, Becky quedó encantada con él, reafirmando esa sensación de que todos los amigos de Edgar son personas fascinantes con las que conecta de inmediato. Durante esta visita, también conocimos a una vecina de Julio César que demostró una generosidad excepcional: al enterarse de que se nos había desmontado un mueble de la furgo, muy amablemente nos ayudó a buscar herramientas para volver a anclarlo.  Como si esto fuera poco, nos sorprendió regalándonos una botella de vino de 30 años que había encontrado en la bodega de su nueva casa, un gesto que nos dejó profundamente agradecidos.

Días Intensos en la Capital

La estancia en Madrid fue verdaderamente intensa. Becky retomó sus clases de yoga en el espacio de Mónica, mientras preparábamos nuestro cuarto Ecstatic Dance en la capital. Aunque inicialmente parecía que no tendríamos tanta afluencia como en la ocasión anterior, terminó siendo todo un éxito, a pesar de una serie de contratiempos que pusieron a prueba nuestra capacidad de improvisación.

El día del evento se convirtió en una odisea inesperada. Todo comenzó cuando nos dimos cuenta de que las llaves del local no estaban donde deberían. Lo que debía ser una simple recogida se transformó en una carrera contrarreloj contactando a varias personas, esperando respuestas mientras veíamos cómo se acercaba la hora del evento. La responsable había olvidado dejarnos las llaves, y casi a la hora exacta del Ecstatic logramos finalmente llegar con ellas, con el corazón aún latiendo aceleradamente.

Pero los desafíos no terminaron ahí. También habíamos dejado la furgo cerrada con las llaves dentro, nuestra casa rodante y refugio durante todo el viaje. Gracias al uso creativo que le dimos a un objeto que encontramos pudimos acceder nuevamente a nuestro hogar sobre ruedas. Una vez más, contamos con la inestimable ayuda de Javier, el maestro de yoga de Becky, cuyo apoyo fue fundamental para que todo saliera adelante. 

Encuentros Significativos

Nuestro paso por Madrid estuvo marcado por conexiones especiales. Mar, la maestra de yoga de Becky, nos acogió en su casa con una calidez que hizo que nos sintiéramos como en nuestro propio hogar. Durante nuestra estancia compartimos momentos de música y conversaciones que fortalecieron nuestros lazos.

Como agradecimiento y por su reciente cumpleaños, Edgar le obsequió un retrato donde aparecían ella y Becky. La sonrisa genuina que iluminó su rostro al recibirlo fue el mejor regalo para nosotros.

El día del Ecstatic Dance nos reencontramos con Javier, quien ha sido un apoyo constante en nuestras visitas a Madrid. Para mostrarle nuestro agradecimiento por su generosidad y por ser nuestro mejor anfitrión, le entregamos también un retrato realizado por Edgar, un pequeño gesto que esperamos transmitiera nuestra gratitud por su valiosa amistad.

Celebraciones Familiares

Los días en Madrid coincidieron con varias celebraciones familiares. Compartimos una comida para festejar el cumpleaños de la madre de Becky junto a su hermano y cuñada, a quienes Edgar conocía por primera vez. Para hacer el momento más especial, le regalamos un retrato de ella realizado por Edgar, que recibió con evidente alegría.

Además, tuvimos la oportunidad de compartir una comida con el padre de Becky, que también celebraba su cumpleaños por esos días. Estos encuentros familiares fueron oportunidades valiosas para conocernos mejor y disfrutar juntos.

La Tribu en la Naturaleza

Uno de los días más especiales fue nuestra jornada en plena naturaleza, en el embalse de La Jarosa, con el grupo de la tribu de Madrid. Allí aportamos dos de nuestras medicinas: una sesión de yoga y otra de Fusion Dance con voces en vivo.

Fue un día maravilloso de compartir con gente bella, que también proponía otras actividades en un entorno idílico. El lugar incluso nos permitió darnos un baño en una cascada, aunque el agua estaba helada, una experiencia revitalizante que nos conectó profundamente con el entorno natural.

Rumbo al Rainbow

Hoy ya hemos puesto rumbo a Portugal, haciendo una parada en El Jerte, para adentrarnos en el Rainbow. Nos hemos aprovisionado de todas las cosas necesarias para dormir en la naturaleza durante un par de semanas, sabiendo que tendremos que caminar con todo nuestro equipaje unos 3 kilómetros para llegar al lugar que será nuestro hogar temporal.

Serán nuestras vacaciones de desconexión absoluta en la comunidad hippie de la familia arco iris. Becky está expectante, con algo de nervios por ser esta su primera experiencia, mientras que para Edgar es un regreso a un espacio que considera muy especial.

Esperamos adentrarnos allí el domingo, y mientras tanto, en estos dos días, cerraremos algunos asuntos de trabajo, como la fecha de nuestro próximo retiro. Y con suerte, tendremos la oportunidad de ver el Valle del Jerte en flor, uno de esos espectáculos naturales que no querríamos perdernos.

La aventura continúa, y nosotros seguimos latiendo al ritmo de los encuentros, las celebraciones y los nuevos horizontes que se abren ante nosotros.

Late con nosotros 💜

¡Late con Nosotros!